Este conocido dilema Shakespeareano bien podría aplicarse al panorama político en Risaralda, Departamento colombiano donde esta actividad es adelantada con verdadera pasión, pero muy concretamente a un buen amigo y dirigente de altos kilates como es Sigifredo Salazar Osorio, quien por cuenta de su elevado prestigio y carisma está en el menú que se ofrece a diario en los tertuliaderos políicos y en reuniones de más de dos personas que pululan por doquier en este año de tánta intensidad y agite, de cara a las elecciones del 2014 para Congreso y Presidente.La verdad es una. A Sigifredo se lo pelean en todas partes y para todas las posiciones posibles, como consecuencia de su exitosa participación en los comicios del 30 de octubre de 2011cuando fue el candidato del Partido Conservador a la Gobernación de Risaralda, habiendo obtenido una extraordinaria votación que, no obstante, no le alcanzó para ser elegido y muchos sostienen que ello obedeció a actos de deslealtad política al interior de su propia colectividad.. Algo lejos está ya el año de 1991 en el que su municipio, Pueblo Rico, cumplió el centenario de fundación cuando era el Alcalde. Y más acá, como concejal en Dosquebradas y Diputado en Risaralda, lo cual fue moldeando su entorno carismático que lo catapultó al abrumador respaldo popular del 2011.
Como no se quedó quieto sino que promovió foros, fijó posiciones políticas e hizo labor social como la entrega de aguinaldos a niños pobres en diciembre, su aceptación popular en el seno del partido aumentó considerablemente y ahora lo tenemos en su propio laberinto como el más posible candidato para distintas posiciones políticas de elección. Se ha hablado de su inclusión en la lista de Cámara, Presidencia del Directorio Departamental (por quienes no están de acuerdo con el actual Presidente, desconociendo aún su ratificación hasta el 2014), Alcaldía de Dosquebradas, Gobernación y últimamente lo sitúan integrando la lista que encabezaría Alvaro Uribe Vélez al Senado de la República por el Centro Democrático, de la que comentan obtendría entre 25 y 30 Curules. Y hay tendencias que claman para no dejarlo ir del Partido, pues creen que al estar en la lista al Senado del Centro Democrático estaría abandonando sus principios, lo cual no parece ser cierto del todo.Por fortuna falta aún un tiempo prudencial para tomar decisiones personales de esta naturaleza y Sigifredo Salazar Osorio podrá seguir auscultando con amigos, dirigentes, líderes, enterándose de cómo están las cosas y, sobre todo, consultando con la que es siempre una gran amiga y mentora: la almohada.
Por donde escoja su próximo accionar político, estamos seguros que le irá bien.
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