Oscar Hincapié Velásquez |
Para hacer un reconocimiento del profesionalismo y la
seriedad del periodismo en Pereira y Risaralda no se requieren argumentos
contundentes, pues solo basta con ser testigos de la prodigiosa labor de
nuestros ahora pomposamente llamados comunicadores sociales que a lo largo de
los años han sido como notarios del diario acontecer y siguen haciendo patria
con su accionar en esta bella profesión u oficio, según la denominación que gusten
darle.
Personalmente, y no me canso ni creo cansar al repetirlo, me
correspondió ejercer el periodismo de antes en una época donde no había tantos
recursos tecnológicos y las cuartillas salían disparadas emotivamente y con
mucha pasión de las añoradas y románticas máquinas de escribir mientras que la
diagramación era en forma manual, midiendo con regla y todo, además de que en
la radio las entrevistas se hacían en monumentales grabadoras con el recordado
cassette. Era pura pasión y el periodismo tenía sentido. Obviamente lo tiene
hoy en toda su dimensión, pero uno no puede ser indiferente a la grata
añoranza. Las Oficinas o Jefaturas de Prensa tenían antes ese mismo encanto del
periodismo ardiente y, de manera muy especial, en los despachos
gubernamentales, aunque ya acusaban un avance tecnológico pues se elaboraban en
máquinas de escribir eléctricas. Yo fui Jefe de Prensa del Gobernador Emiliano
Isaza Henao, un hombre excepcional y figura de relieve en la política, el
gobierno, el congreso y la diplomacia.
Hoy todo es distinto y ni más faltaba que así no fuera. Lo
único que no ha cambiado es el buen sentido de responsabilidad, de
profesionalismo, de ética, de servicio a la comunidad que, con muy contadas
excepciones, exhiben hombres y mujeres que en Pereira y Risaralda se dedican al
periodismo y con ello engrandecen a la región; además con alto grado académico
pues las universidades tienen al periodismo como una de sus principales
carreras y licenciaturas. Se hacen merecedores del reconocimiento ciudadano, de
las autoridades y del gobierno, aunque
no lo parezca en algunos Despachos, como en la Alcaldía de Pereira, pues cada
dia parece ser más evidente el hecho de que se traerá para la Gerencia de
Comunicaciones (antigua Oficina de Prensa) a un ciudadano de Bogotá que realiza
funciones periodísticas al servicio de un conocido jefe político y senador de
la región. Esto motivó al PRI-Periodistas de Risaralda a expedir un oportuno comunicado
en el que, además de hacer el merecido reconocimiento de la labor que cumplen
nuestros periodistas se pide a los titulares de Despachos oficiales que cuando
haya estas oportunidades tengan prelación los comunicadores oriundos de la
región.
No es mucho pedir, es solo sentido de pertenencia,
reciprocidad por la noble labor de nuestros periodistas, despojar el proceso de
ese raro tufillo político. Actuar en contrario sería aceptar que aquí no los
hay, cuando la realidad es bien distinta; los hay en cantidades apreciables y
muy bien calificados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario