domingo, 9 de diciembre de 2012

CARLOS FERNANDO LOPEZ NARANJO: FORMANDO JOVENES EN LA MUSICA

Por Oscar Hincapié Velásquez

Al Maestro Carlos Fernando López Naranjo su gran pasión por la música lo ha posicionado como un personaje de altos kilates en este bello oficio, no solo en Apía, al occidente de Risaralda, sino a nivel nacional. Con su accionar se benefician hoy más de 540 jóvenes menores de 20 años agrupados en COMARCA-Corporación Musical para el Arte y la Cultura de Apía- que lleva también el nombre de Rubo Marín, ese maestro insigne, de tánta producción musical y quien aprestigió con su presencia el orden musical en este municipio. El Maestro López Naranjo es uno de los gestores del proceso Banda-Escuela en el Ministerio de Cultura y aquí, en Risaralda, lo inició también. con el auspicio de la Gobernación. Apía es la sede del Plan Departamental de Música, que co-administra Comarca con su Escuela de Música piloto y tiene el Encuentro Departamental de Bandas y escuelas, un evento en el que la juventud expone su talento y se prepara a participar en concursos nacionales.
Apía se destaca en todos los ámbitos por su vocación musical. La historia comenzó a escribirse a principios del siglo XX con la "Banda de los Escobares", la primera agrupación de músicos que se conoce en el caserío, integrada por Luis María, apodado "Gorila", Emilio, Julio y Eulises Escobar, quienes amenizaron las festividades por muchos años. Ya en 1921 el cabildo, ante la necesidad de que Apía tuviera una Banda Municipal apropió en el presupuesto la suma de 30 pesos mensuales para el pago de Director. Unos 25 años después es nombrado Director el maestro Rubo Marín, quien aportó experiencia, gran producción musical, propició el renacer y estabilidad de la agrupación, creó plazas para solistas y músicos de primera, subvencionó a algunos y se adquirieron instrumentos, para interpretar un repertorio de primera categoría .
La historia transcurre con el afianzamiento de la Banda apiana con gran proyección departamental y nacional. Mientras tanto López Naranjo, nacido en un hogar tradicional de Apía, con fuerte vocacoón musical desde temprana edad, y gran admiración por el Maestro Rubo había coronado su anhelo musical, ganándose incluso a su familia que quería verlo de Arquitecto.
Con grado de Licenciatura en Música, muchos estudios, demasiados afanes y una amplia experiencia, que cimentó en El Jardín y en Ciudad Bolívar, Antioquia, donde puso a sonar las Escuelas de Música hace 25 años, el Maestro había incursionado ya en bandas, conservatorios, universidades, grupos musicales y frecuentado a grandes Maestros de este género. Atrás quedó una bella época estudiantil cuando formó con otros adolescentes el grupo "Estrellas juveniles" en el que Carlos Armando Uribe, el famoso Profesor Yarumo hacía de baterista, o cuando le pedía a su "hermano del alma" Rubén Darío, residente en Estados Unidos que le enviara los Long Plays de música clásica que estaban en moda.
Era ya una autoridad musical, tenía gran bagaje y regresaba a su tierra para seguir luchando en lo que le gustaba: la música. Estaba en el pináculo de su propia gloria y, ayudado por el Maestro Rubo. quien se retiró a sus cuarteles de invierno, asumió la dirección de la banda municipal, le imprimió su propia dinámica e hizo de ella un laboratorio para la formación de la niñéz y la juventud.
Entre sus haberes tiene composiciones como bambucos, pasillos, valses, baladas, mucho material para prebanda, himnos, diseños de clases y ensayos. Y su obra cumbre, la puesta en escena de la cantata indígena "El Ocaso de un Pueblo", una tragedia musical indígenista basada en la historia del cacique Tucarma, su tribu y las predicciones de Nabsacadas, su Jaibaná, sobre los acontecimientos que habrían de ocurrir durante la conquista española y el futuro de estas tierras situadas a lo largo y ancho del hermoso valle de Risaralda.
La banda, entonces, ha extendido su fama, sus presentaciones en conciertos siguen siendo impactantes, se engrandeció y cinco niños de Comarca forman parte del Coro Nacional de Mincultura y Ganador del Premio Nacional "Escuelas Municipales de Música" de este Ministerio. Recientemente las comunidades musicales de Ciudad Bolívar y El Jardín le rindieron cálido homenaje de agradecimiento. Hay varios niños con inventiva y experiencia en el mantenimiento y reparación de instrumentos (los pequeños luthiers).
La historia del Maestro, que apenas si hemos podido resumir, le sirvió a Diana Vanessa Cardona Moncada para su tesis de Grado de Licenciatura en Música 2010 en la UTP. Ella le oyó decir estas palabras, que compendian su propia trayectoria: "Al sonar de la fanfarria que anuncia la llegada del esperado día del triunfo, nosotros los músicos de banda sentimos que la lucha sin fin en esta vida nos regala una sonrisa de notas y armonías que contagian a niños y niñas, jóvenes, familiares, amigos y hasta enemigos, porque no en vano hemos caminado un largo trayecto, sembrando de buenos ciudadanos y melodías los surcos de nuestra bella patria".

1 comentario:

  1. Que buen articulo, muy merecido homenaje al esfuerzo y logros de Carlos Fernando. Gracias mil mi estimado Oscar.

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