Oscar Hincapié Velásquez
El inmenso y a la vez hermoso patrimonio cultural y
artístico que alberga la Iglesia Santa Rosa de Lima en Belén de Umbría está
llamado a convertirse en el mayor atractivo para el turismo hacia este
municipio. Son más de 60 vitrales, con una espectacular perspectiva de color y
belleza, de estilo gótico, que muestran no solo imágenes religiosas sino alegorías
emblemáticas como el cordero, la eucaristía, el cáliz, el pan, las palabras JHS,
la hostia y hasta escudos papales. Estar en el interior de la iglesia produce
la sensación de edad media, de grandes catedrales europeas con sus enormes
vitrales que desde lo alto veían imponentes ceremonias de coronación de reyes y
papas. Pero los vitrales de esta historia pasan por un momento difícil y no se
ven esperanzas de redención ni hay dolientes a la vista. Bueno, ahora sí; un
grupo de ciudadanos del que es líder visible Víctor Manuel Herrera Pulgarín,
del Semillero de Investigación de la Historia de Belén de Umbría decidió
incursionar en todos los vericuetos históricos y sacar a flote apasionantes
leyendas como esta. Con Herrera Pulgarín están también Yamid Félix Acevedo
Gómez, Piedad Stella Montes Hoyos, William Andrés Ramírez Molina y Diego
Alexander Gómez bajo el lema: “investigar en todos los rincones para incentivar
el civismo y la identidad del municipio”. Los vitrales están allí porque un pavoroso
incendio en 1952 originado en el local donde hoy está el despacho parroquial destruyó
la bella estructura interior de la Iglesia, en madera comino, similar a la hallada
en la Catedral de Pereira, lo cual avivó en el sentimiento ciudadano el anhelo
de tener un templo nuevo, el que finalmente se construyó, de ambiente gótico y
estilo jesuíta, tras 30 años de continuos ires y venires en pos de la
remodelación total que, empero, mostraba ya el fuerte y bello frontis que resultó
ileso, construido por el arquitecto Alvaro Carvajal Quintero a quien contrató
en Manizales 8 años atrás del incendio
el párroco de la época, Presbítero Rosendo Urrea.
Un joven español,
Juan Gabriel Arcos Verdeguer, llegado a mitad del siglo XX y radicado en
Medellín quien impulsó en Colombia el arte de la vitralería es el padre de
nuestros vitrales. Fue contratado por el sacerdote Sigifredo Salazar Morales
quien arribó al municipio a finales de los 60’s, con el encargo de darle el
toque final y artístico a la remodelada Iglesia. Y a fe que cumplió bien la
tarea, al mejor estilo europeo, utilizaba vidrios de color natural, no pintados
y para el modelado y volumen de las figuras empleaba grisallas alemanas
horneables (técnica pictórica), que garantizaban absoluta inalterabilidad, al
tiempo que hacía con cañuelas o perfilado en plomo fundido la unión de los
vidrios. Este artista trabajó intensamente, hay obras suyas en diversos sitios
del país, en la región estas, así como en varios países, Al morir dejó como
legado este arte a sus hijos Carlos Arturo y José Antonio. Es de impresionante
belleza la arquitectura de la Iglesia Santa Rosa de Lima de Belén de Umbría en
su interior, con pasillos jesuitas (llamados así porque los jesuitas confesaban
en ellos a los fieles); arcos atorales y
apuntados. La sensación siguen siendo los más de 60 vitrales, de colorido
deslumbrante y una vista espectacular. Pero lo triste es que a 40 años de su
instalación no han disfrutado de mantenimiento alguno; 4 de estos, que estaban
en la cúpula, desaparecieron por daños y no menos de una docena y presentan
algún tipo de deterioro. Victor Manuel Herrera Pulgarín ha lanzado la voz de
alerta: “Uno de nuestros más grandes patrimonios culturales y artísticos está
en riesgo. Los más de 62 vitrales de la Parroquia Santa Rosa de Lima en Belén
de Umbría, instalados a mitad del siglo XX están amenazados debido a la falta
de mantenimiento. Lanzamos un SOS para salvar esta importante colección que no
solo es patrimonio belumbrense sino de la región pues no todos los templos
cuentan con estas grandiosas joyas artísticas”.
Qué bueno aprovechar
la reciente llegada del Sacerdote párroco Juan Manuel Echeverry Pulgarín para
que se sume al liderazgo de la campaña, que busca salvar estas maravillas
belumbrenses en riesgo, con la plena seguridad de contar con la colaboración y apoyo de autoridades y
ciudadanía.
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