jueves, 29 de noviembre de 2012

EL TALANTE DE EMILIANO ISAZA HENAO

Oscar Hincapié Velásquez

Por este tiempo, cuando comienza el mes de la alegría, recordamos que hace ya 18 años fue la partida final de Emiliano Isaza Henao, un valiente y destacado personaje quien por más de dos décadas se mantuvo vigente en el gobierno y la política en Risaralda y supo imprimirle a sus actuaciones el decoro y la dignidad que acompañaban a su imponente figura física, a tal punto que lo catalogaron como el caballero de la política y el más genuino representante del talante en la promoción de las ideologías.
Fue un inventor de la grandeza, un innovador, un visionario al interior de su partido y así, como figura emblemática de un equipo humano de valientes hombres y mujeres, trazó el camino para un nuevo movimiento al que impregnaron de arrollador espectro político y con los brazos abiertos, vistieron con el nombre de Unificación Conservadora para congregar a quienes quisieran estar allí, disfrutando de los nuevos vientos refrescantes de la ideología.
Sus buenas maneras, su finura de estilo en el accionar político lo llevaron a ocupar posiciones de elección popular como Diputado, cuando esto era un solo Departamento, Concejal de Pereira, Senador de la República y allí fue Vicepresidente del Congreso. Desempeñó importantes cargos de nombramiento como Gobernador de Risaralda, Embajador en Paraguay y Chile.
Perteneció igualmente a Juntas de varias instituciones, entre estas el Amparo San Marcos que quiso entrañablemente y sirvió con especial cariño por sus objetivos de atención a los niños desamparados, hijos de padres de limitados recursos o en estado de indigencia, condición esta que debía quedar comprobada para acceder a la atención integral en vivienda, alimentación, educación y vestuario, por lo cual fue un ser humano de gran sensibilidad social.
Su maravilloso entorno familiar ocupó sitial de preferencia entre sus afectos y hecho todo un hombre de bien, formó un bonito hogar con doña Gloria Elena Vallejo, donde campeaban las mejores virtudes, con sus hijos Luz María, Piedad, Clarita, Cristina, Carlos Arturo y Emilianito, cuyo trágico fallecimiento en accidente automovilístico a temprana edad, llenó de tristeza e infinito pesar a Emiliano y a toda su familia.
Es esta la familia que hoy y siempre recuerda con los mejores sentimientos a ese maravilloso ser, al hombre serio, recio y fuerte quien en el interior familiar se despojaba de esos calificativos para entregarse de lleno en las delicias del amor por las personas que más quería y de quienes solo recibió más amor, mucha comprensión y demasiada ternura.
La grandeza de los hombres públicos siempre se ha medido por sus actuaciones y creo que la de Emiliano estuvo en todo momento a la par con estas.
18 años después, sus ideas de avanzada permanecen vigentes, al menos en nuestros corazones y recordamos, con especial afecto, al adalid de las cálidas maneras y del talante conservador, en el difícil arte de hacer la buena política.

No hay comentarios:

Publicar un comentario