jueves, 22 de noviembre de 2012

CÓLOMBIA SE LABRÓ SU DERROTA

 

Por Oscar Hincapié Velásquez

Foto Emerge Colombia !! No al Fallo de La Haya.


Hay un sentimiento generalizado de desconcierto, decepción, indignación y tristeza entre los colombianos por el Fallo de la Corte Internacional de La Haya que, aunque ratificó nuestra soberanía sobre siete cayos, terrenos casi inhóspitos, delimitó las áreas marítimas, quitándonos gran parte de estas que pasaron a ser propiedad de Nicaragua. El interés nacional el lunes 19 de noviembre se concentró en la lectura del Fallo por parte del Presidente de la Corte, desde muy temprana hora y en idioma inglés. Cuando avanzaba en su lectura y daba a conocer la ratificación de la soberanía sobre los cayos, un sentimiento de júbilo se apoderó de todo. Confieso que fui uno de los que con mayor emoción celebró este hecho, casi que ignorando la continuidad de la lectura y su posterior ingreso en el tema de los límites marítimos. No obstante lo intrincado del asunto entre paralelos, zonas, coordenadas, áreas etc. fue quedando claro que en cada párrafo de la sentencia íbamos perdiendo cantidades de mar y entonces el júbilo inicial se tornó en desdicha y desengaño.
Un poco más calmados, aunque la tormenta sigue, debemos decir ahora que todo esto lo produjo una tremenda equivocación, rayana en la ingenuidad, para Colombia, haber aceptado la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia en este caso, con lo que resultamos siguiéndole el juego a Nicaragua que insistía en llevarnos a esa instancia. La Corte no tenía esa jurisdicción, aceptamos qie sí la tenía y a la vista están los resultados: nos ratificaron la soberanía sobre los cayos que, al igual que la de San Andrés, la teníamos desde muchos años atrás y decidieron sobre áreas marinas, cercenándonos gran parte del territorio marítimo, sobre el que ejercíamos soberanía también hace años y lo entregaron a Nicaragua, que fue la gran ganadora de cerca de 100.000 kilómetros cuadrados de mar, rico en fauna, corales y, lo más importante, petróleo.
Si bien este proceso sobre el que se produjo el Fallo llevaba11 años de instaurado, los conflictos con Nicaragua son de vieja data. En marzo de 1928, siendo Presidente Miguel Abadía Méndez, Colombia y Nicaragua acordaron términos limítrofes según los cuales nuestro pais reconocía la soberanía nocaragüense sobre la costa de Mosquitos y algunas islas, mientras que Nicaragua aceptaba como colombianas las islas, islotes y cayos que estuvieran en el archipiélago. No obstante, en 1979 cuando los sandinistas derrotaron al dictador Somoza y se instauraron en el poder, negaron este tratado y dijeron que esos territorios colombianos pertenecían a Nicaragua, ractivándose así este viejo conflicto que hoy aparece definiéndose por parte de una Corte sin jurisdicción, pero que Colombia acepto, a favor de Nicaragua en su mar territorial, la gran ganadora por las inmensas riquezas que representan para este pais.
Mientras tanto, en Colombia no se han asimilado aún el Fallo y sus consecuncias, graves para la economía y, más graves, para los pescadores de San Andrés. El gobierno ha dado orden a la Armada Nacional para que continúe allí ejerciendo la soberanía de hace años y a los pescadores ha sugerido que sigan en su diaria actividad.

 

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